martes, 15 de mayo de 2007

País libre de tabaco o te lo dice un adicto

Soy un adicto a la nicotina desde hace mas de dos décadas, desde que el paquete de cigarrillos costaba un bolívar estoy intentando dejarlo sin hasta la fecha haberlo logrado en su totalidad aunque sea por un día; las causas de porque empecé a fumar son muchas y las causas por las que no lo he dejado son aun más, empezando por la facilidad con la que adquiero un paquete del nocivo producto. Desde hace algún tiempo manejo la idea que si este fuera un estado realmente socialista prohibiría el consumo de tabaco a nivel nacional, pues a la larga el costo a la nación es mayor que los beneficios que se consiguen con los altos impuestos que le cobran a las industrias tabacaleras; además de ser un problema de salud publica donde el Estado debe tomar medidas drásticas; en estos días me llegó un chisme, en la cual me manifestaban que el gobierno prohibiría el consumo de tabaco, ante esto preferí no emitir opinión hasta confirmar la noticia, llegué a mi casa y comencé a buscar algo relacionado y el chisme no estaba del todo errado pues la noticia la había dado el Ministro de Salud Erick Rodríguez en una entrevista radial y consiste en que Venezuela estudia prohibir la producción de cigarrillos, al ahondar en la noticia rápidamente manifesté mi inconformidad con ella, pues aunque se busque con ello minimizar el consumo de tabaco, hasta llevarlo a cero, el primer paso por el cual tiene pensado pasar lo apoyo totalmente pues simplemente consiste en que las autoridades venezolanas emitirán próximamente un decreto para limitar el consumo de cigarros y tabaco en 'las salas de fiesta, establecimientos de juego, los bares, restaurantes y demás establecimientos donde se expenda alimentos; lo cual considero lógico y estoy totalmente identificado con esta idea, lo próximo es, con el cual mantengo una negativa, pues considero que la solución que están buscando trae mas perdidas que beneficios; el segundo paso que estudia el gobierno es se hará una propuesta para que no se permita como actividad económica la producción del tabaco, y el Ministro Rodríguez termina manifestando que “El que quiera cigarrillo que lo traiga del exterior”; esa es la parte en la que manifiesto mi descontento con la medida, pues los que somos adictos a la nicotina no nos importa si el cigarrillo que fumamos es nacional o importado, sea de donde sea lo vamos a continuar fumando pues tenemos una dependencia a esta sustancia y una medida como esta perjudicaría a la industria nacional y no evitaría que se continué consumiendo nicotina, todo lo contrario haría que los tabaco-dependientes gastáramos más dinero venezolano en el extranjero, es decir, que se estaría impulsando la salida de capitales de nuestro territorio, pues siempre habrá inversionistas dispuestos a traer grandes cantidades de bultos de cigarrillos y tabacos, pues esta actividad no se está limitando.- Como no soy de los que critica por criticar, yo hago desde este mi humilde foro una propuesta; En el cual se limite el consumo de cigarrillos y tabacos en lugares públicos, es decir, estoy siendo más drástico que la primera fase de la medida adoptada por el gobierno, que solo limita su consumo en lugares donde se expenda comida y que se le dé un tiempo prudencial a las empresas tabacaleras y los que dependen de ella para que se empiecen a desmontar en el país, a fin de no afectar drásticamente a la empresa privada del tabaco, no se afecten los miles de trabajadores que dependen de estas industrias, tanto los directos como los indirectos, que en este caso serian los agricultores que tradicionalmente han sembrado tabaco y son adquiridos por estas industrias y al mismo tiempo de todo esto, crear campañas de desintoxicación para los que como yo sufrimos de adicción al tabaco y no nos veamos obligados por nuestro vicio a delinquir cuando se entre en lo que seria la fase final de mi protesta que es la prohibición de venta, distribución y posesión de productos derivados del tabaco, o el de incluir a estos productos dentro de las sustancias psicotrópicas y estupefacientes, que de hecho lo son y tal vez mas dañinas.-
Siempre he escuchado que cualquier prohibición acarrea el contrabando y no pongo en duda esto, pero siempre me pongo como ejemplo de los beneficios que trae la prohibición, si el cigarrillo siempre hubiere estado prohibido estoy seguro que yo hoy no fumaría, al igual que yo no consumo ninguna otra droga como la marihuana o la cocaína, pues simplemente no está permitido y no me voy a arriesgar por algo que es ilegal, lo mismo me hubiera ocurrido con el tabaco y aunque sabemos que en Venezuela hay contrabando de sustancias ilegales es muy difícil ver a alguien consumiéndolas abiertamente y mucho mas difícil es encontrar en un abasto o panadería en que las vendan, todo eso sin contar la publicidad.-
El cigarrillo según tengo entendido causa mayor adicción que las otras drogas comunes, pues causa adicción física y psicológica, por lo cual se nos hace muy difícil a los que por algún motivo entramos a este mundo, salir fácilmente del tabaquismo y menos cuando unas lindas chicas en la playa al son de un TURU-TURU-TU-TU-TÚUUU, nos indican que fumar es estar en onda o que un vaquero recio, nos indique que los placeres de la vida se disfrutan más con un cigarro en la boca; lo cierto, es que todo eso parece que va a cambiar en Venezuela y yo voy a sufrir en carne propias las acciones que está tomando esta revolución.-
Si tengo la surte que alguno de mis lectores tiene alguna forma de hacerle llegar al Ministro de Salud o a su equipo la propuesta simplona pero un poco distinta al la que manejan ellos y es de algún modo considerada para el bien del país ya habré puesto mi granito de arena en este tema; pero de todos modos voy a hacer una vez más un intento por dejar de fumar, pero esta vez con un nuevo aliciente y es el que no me puedo considerar revolucionario y hacer todo lo contrario a el destino al cual nos está llevando la revolución o lo que es lo mismo, en este caso especifico, no puedo fumar cuando el gobierno hace esfuerzos por cuidar mi salud y apartarme del vicio; y usted que me lee por lo menos le pido que mientras lo hace apague ese cigarrillo, pues a partir de hoy este es un espacio libre de humo, de todos modos Amanecerá y Veremos.-

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